Javier Gallego Crudo es periodista y músico. Director de Carne Cruda en carnecruda.es y eldiario.es. Antes dio con sus huesos en Radio 3 y la Cadena SER. En esta última y M80 ha copresentado De nueve a nueve y media y No somos nadie, respectivamente. Ha sido conductor de Esta mañana con Pepa Bueno en TVE y guionista de CQC en La Sexta. Aún le queda tiempo para dedicarse a la música, actualmente en el grupo Forastero. Ha publicado relatos en dos libros y cuatro discos con diferentes formaciones. En  una entrevista concedia al programa Letras Movedizas de la radio  M21 comentaba que tiene la radio.

Que tiene la radio.

Potencia más la imaginación?

La verdad de la radio

Luis Muiño

la radio provoca, más que ningún otro medio de comunicación, emociones. Cuando nos concentramos en la voz de alguien, eliminando los otros estímulos (sobre todo los visuales),  “sentimos” a esa persona. Los medios que incluyen inputs visuales impactan más, son más eficaces a la hora de influir en el oyente y retienen su atención durante más tiempo. Pero llegan con menos fuerza a nuestro sistema límbico.

Lo auditivo llega directamente al sistema límbico, a las emociones. Es cierto que el ser humano es, sobre todo, visual. Pero precisamente por eso tiende a emocionarse poco por estímulos visuales: son millones a lo largo del día. Un presentador que sale en televisión es una más de la ingente cantidad de imágenes que nos llegan cotidianamente. Un locutor que nos habla en la radio es, quizás, de los pocos estímulos únicamente de voz humana que percibimos ese día. Por eso lo podemos interiorizar de una forma más visceral, más emotiva.

La fuerza de la voz. Lo primero que percibimos en el seno de nuestra madre es su voz. ¿Tanta fuerza reúne la voz humana en su efecto comunicador?. Sí, sobre todo cuando nos llega aislada, sin otros estímulos alrededor ¿Qué hacemos cuando queremos alcanzar las emociones de una persona que tenemos cerca? Le hablamos al oído, en una postura en la que apenas nos vea…

Hay otro elemento sorprendente: la radio es un medio de comunicación masivo; sin embargo, su percepción es absolutamente individual y personalizada. Es subjetiva porque es emocional. Cada uno “siente” de una forma diferente a determinado locutor, por ejemplo. Es curioso que sea el medio en el que más filias y fobias se despiertan hacia la misma persona: a los profesionales de la radio les percibimos de forma completamente antagónica. El mismo que para ciertos oyentes es cálido y cercano para otros resulta manipulador y prepotente.

somos más fieles a aquello que interiorizamos de forma sentimental. Ocurre también con los equipos de fútbol: es muy difícil que una persona cambie de equipo, aunque a lo largo de las décadas varíen sus jugadores o su estilo de juego. En la radio hay una persistencia de oyentes casi amorosa: lo que nos une a determinados locutores o programas quizás no llegue a ser una relación romántica, pero sí lo percibimos como una relación de amistad.

A los presentadores de TV se les admira; a los periodistas de la prensa se les respeta; a los ‘influencers’ se les sigue, pero a los profesionales de la Radio se les quiere.